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Las perlas: qué son, cómo nacen y qué tipos de perlas podemos encontrar

Los clásicos no pasan de moda. Hoy queremos hablar de una joya que, por muchos años que pasen, ella seguirá siendo la preferida de todo cliente, las perlas.

Y es que estas preciosas bolitas que destacan por su característico color nácar, son una de las joyas más demandadas gracias a su elegancia y sencillez. Además, destaca por su gran versatilidad, ya que con ella se pueden crear pendientes, collares, pulseras, o incluso, ser añadidas en alguna prenda de ropa tanto cosidas como en algún broche.

Pero, ¿de verdad sabes todo sobre las perlas? En este artículo podréis encontrar toda la información sobre ellas.

¿Qué son las perlas?

Las perlas son gemas con características muy originales que les hacen únicas, ya que son creadas por la propia naturaleza. Estas gemas nacen en el interior de las ostras madre, por lo que según el tipo de ostra, la zona y el tiempo de cultivo desarrollan características totalmente diferentes entre ellas. Esto último es lo que le da a la perla un valor único e incomparable.

¿Cómo nacen las perlas?

Estas son pequeñas bolitas que se generan en el interior blando de ciertos moluscos.  Para su creación es necesario que una sustancia ajena o cuerpo entre en contacto con el propio molusco, incluso siendo capaz de introducirse dentro de él. De esta manera, este reacciona cubriendo la partícula con capas de nácar formando así poco a poco lo que con el paso de los años podremos llamar, perla.

Tipos de perlas

Todas las perlas no son iguales, por lo que existen diferentes tipos dependiendo de su forma de producción o su lugar de origen. Muchas veces estas diferencias no se pueden apreciar a simple vista, pero un gran profesional puede identificarlas y contarte de qué tipo de perla se trata.

  • Cultivadas: este método para conseguir perlas se realiza principalmente en Japón. Se basa en coger ostras e introducirle un elemento ajeno de forma manual o artificial para que esta comience a generar nácar de manera natural y crear así perlas en su interior.
  • Majorica: este tipo de perlas también son conocidas como perlas orgánicas. Están hechas a mano a partir de un cuerpo de cristal opalino, el cual es un vidrio semitraslúcido, que se va cubriendo capa por capa con esencia perlera de forma muy cuidadosa. Este tipo de procesos están sometidos a varios controles de calidad para que no se pierda el color, el brillo y la resistencia de la misma.
  • Japonesa: este tipo de perlas son las más demandadas y valoradas por las joyerías, ya que su cultivo es muy lento y cuidadoso. Se realiza en Japón y al ser cultivadas de manera completamente natural su forma no es completamente redonda, ya que crecen pegadas a la concha. Además, sus tonalidades pueden llegar a variar entre blancas, rosas y beige.
  • Australiana: “La reina de las perlas” por su gran tamaño, el cual oscila entre los 10 y 30 milímetros. Su cultivo tarda entre 8 y 10 años y, al ser completamente natural y libre, las zonas de acceso para conseguirlas tienen un gran nivel de dificultad.
  • Mabe: este tipo se cultiva en varios lugares como Japón, Australia e Indonesia. La característica que les ayuda a ser diferenciadas del resto es que estas están huecas, por lo que su interior no es del todo macizo.

Datos curiosos sobre las perlas

Estas gemas del mar no están presentes únicamente en el sector joyero, sino que también son empleadas en cosmética, limpieza, decoración, etc., ya que estas pueden ser convertidas en polvo y, gracias al calcio y proteínas que la componen, ser empleadas como un fuerte exfoliante natural que ayuda al cuidado de la piel.

Y a vosotras, ¿os gustan las perlas?, ¿habéis utilizado algún cosmético con polvo de perla?

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